El reinado de Fernando VII supuso un brusco frenazo a la revolución liberal que se había iniciado durante la Guerra de la Independencia y la vuelta al Antiguo Régimen en España. Mediante el Tratado de Valençay (diciembre 1813), Napoleón devolvió la Corona de España a Fernando VII, que no aceptó ni el programa ni el itinerario planteado por la Regencia para su regreso a España.
En Valencia, en abril de 1814, recibió el conocido como “Manifiesto de los Persas”, en el que sesenta y nueve diputados de las Cortes de Cádiz le aconsejan que no tuviera en cuenta la Constitución de 1812, mientras el general Elío ponía sus tropas a disposición del rey para que hiciera valer su poder absoluto. El 4 de mayo Fernando VII hacía público un decreto por el que restablecía la monarquía absoluta y declaraba nula y sin ningún valor toda la obra legislativa de Cádiz. Tras ello, emprendió camino hacia Madrid con gran entusiasmo popular y las Cortes se disolvieron. Empieza el reinado de Fernando VII, dividido en tres etapas: el Sexenio Absolutista, el Trienio Liberal y la Década Ominosa.
El Sexenio Absolutista se abre con el regreso del monarca, con un país destrozado por la guerra y la ruina de la Hacienda. Fernando VII se rodeo de una “camarilla” que le aconsejaba a espaldas incluso de las autoridades nombradas por él mismo y carente de una política definida.
Desde el principio comenzó a tomar represalias contra afrancesados y liberales, en medio de un inmovilismo absoluto. La única manera de intentar cambiar el rumbo político, puesto que muchos mandos del ejército eran liberales forjados durante la Guerra de Independencia, era el pronunciamiento militar, estrategia que caracteriza a todo el siglo XIX español.
Los principales pronunciamientos militares durante el Sexenio Abolutista fueron protagonizados por Espoz y Mina (1814), Díaz Porlier (1815), Lacy (1817) además de la llamada Conspiración del Triángulo (1816), que pretendía asesinar a Fernando VII. Todas estas intentonas acabaron con la ejecución de los cabecillas.
Hasta que el 1 de enero de 1820 se produjo en Cabezas de San Juan (Sevilla) el pronunciamiento de Riego, con las tropas que estaban acuarteladas para embarcar a América, y que tuvo eco en diversos puntos de la geografía española.
En julio Fernando VII tuvo que jurar la Constitución de 1812, abriéndose así el Trienio Liberal. El nuevo gobierno decretó el final de Inquisición y el final de los señoríos jurisdiccionales (abolición del régimen señorial) y recuperó la obra legislativa de Cádiz para liberalizar la tierra, el comercio y la industria. Pero el rey usó todas las prerrogativas que le concedía la Constitución para obstaculizar la labor del gobierno. A la obstrucción del rey se añadió la división de los liberales en dos grupos, los doceañistas o moderados y los veinteañistas o exaltados.
Fernando VII solicitó la ayuda de la Santa Alianza y en el Congreso de Verona (1822) decidió que Francia interviniera en España para reponer al rey como monarca absoluto. En 1823, entraron los Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del Duque de Angulema, acabando con la experiencia liberal del Trienio.
Los diez últimos años del reinado de Fernando VII son conocidos como la Decada Ominosa (1823-1833), caracterizada por una dura represión que comenzó con el ahorcamiento de Riego (con episodios como la ejecución de Mariana Pineda y el fusilamiento de Torrijos) y también por tímidas reformas administrativas y financieras que provocaron la desconfianza de algunos sectores absolutistas: los apostólicos.
La situación cambió con la cuestión sucesoria. Fernando VII no tenía descendencia, por lo que el heredero de la Corona era su hermano Carlos María Isidro. La Ley de Sucesión dictada por Felipe V, la Ley Sálica, impedía reinar a las mujeres, pero en 1829 contrajo matrimonio con María Cristina, naciendo Ia infanta Isabel al año siguiente. Antes ya del nacimiento, en 1830, Fernando VII mediante la Pragmática Sanción, derogaba la Ley Sálica.
En la lucha sucesoria, los sectores más absolutistas apoyaban Carlos María Isidro, mientras que los liberales dieron su apoyo a María Cristina para que reinara Isabel. En 1833 muere Fernando VII tras reafirmar otra vez la Pragmática Sanción.
LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA
Temas Historia de España 2º de Bachillerato
Epígrafes Historia de España 2º de Bachillerato