10 julio 2011
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Entre tanta ignominia y desazón, una noticia que aporta algo de luz. Un colegio privado, el Best Schule, de Los Ángeles de San Rafael (Segovia), cierra sus puertas. No quiero que se me malinterprete: lo siento profundamente por los trabajadores del colegio; los profesores, conserjes, personal administrativo...
Pero la Junta de Castilla y León (por cierto, del mismo color político que nuestra amada artificial construcción autonómica patria madrileña) tiene como política no realizar conciertos con los colegios privados.
Y claro está, los resultados son los que son: solo 17 matriculados para el año 2011-2012. Porque aquí, por alguna extraña magia esotérica, ¡ABRACADABRA! lo público es privado, y lo privado público.
Y de repente es que cuando hay que pagar los servicios de una empresa privada con dinero propio y no con el dinero de los demás, la educación privada ya no mola tanto.
¿Si monto un bar, me lo concertará también la Comunidad de Madrid y podré hacer competencia desleal a los demás bares ofreciendo las cañas a un precio menor que el de mercado? Os dejo, que me voy a preguntar a nuestra amada administración con bandera 7 estrellas (¡anda, como la Mahou!, lo único que merece la pena ya en la artifical comunidad región capitalina!).