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29 noviembre 2011 2 29 /11 /noviembre /2011 08:17

¿Seducir o ser seducido? Si alguien quiere conocer los modelos de seductores que existen, tanto para seducir como para conocer al enemigo, aquí presentamos a un mítico: las lolitas.

 

Si existe un personaje femenino odiado por las mujeres, deseado por los hombres y temido por ambos son las "lolitas". Peligrosas como nadie, pueden acarrear la destrucción de su víctima como en la célebre obra de Nabokov, y que encarnaron magistralmente en el cine Jeremy Irons y Dominique Swain (en la foto). Por supuesto, la película fue un escándalo, y eso que en la película Lolita tenía  14 años, mientras que en la novela era más joven aún.

 

Pero, ¿de dónde viene su poder? En un sentido amplio podemos llamar lolita no necesariamente a una menor con un aspecto semejante al de Dominique Swain, sino a cualquier mujer con un aspecto y una actitud lo suficientemente joven como para poder jugar a este papel. A lo mejor con este matiz se comprende mejor la procedencia de su éxito.

 

dominique swain 4

 

Porque históricamente a los hombres se les ha obligado a ser racionales, responsables y además dominantes. Estas mujeres lo que ofrecen es la  liberación de un papel forzado por la vida. Tienen una fuerte carga sexual y al perseguirlas los hombres pueden llegar a perder completamente el control (lo que inconscientemente quieren hacer).

 

Hay que tener en cuenta que la Lolita no nace, se hace. Se construye  a sí misma cultivando una actitud y una apariencia (no es tanto una forma de vestir como de sonreir, de caminar, etc.). Se trata de una mezcla de chica inocente y pervertida a la vez, un ejemplo sería el de Marilyn Monroe, a la que enseñaron a caminar, a moverse e incluso a hablar de forma sugerente. Se pasaba horas delante del espejo, y no por vanidad como creían los demás, sino para ensayar el papel. Esto se combinaba a la vez con una necesidad real de afecto (se crió en un orfanato) que la hacía vulnerable y esta combinación resultó ser explosiva.

 

Se debe distinguir a la lolita de lo que sería una simple buscona, las lolitas tienen un toque de inocencia y vulnerabilidad que las hace parecer necesitadas de protección, a lo que los hombres les es muy difícil resistirse, aunque realmente quienes necesitan protección son ellos. Su poder viene de su apariencia inocente: parecen incapaces de darse cuenta del efecto que producen, como si no fueran conscientes de lo que hacen, lo que exculpa su comportamiento.

 

¿Cómo convertirse en una mujer seductora de este tipo? Si alguna lectora quiere convertirse en este tipo de mujer seductora una serie de consejos: le conviene saber que será más eficaz con los hombres rígidos por estar estos reprimidos o con un intelectual a los que les faltan emociones físicas.

 

También tener en cuenta que debe distinguirse de las demás mujeres (especialmente si su físico no es espectacular) siendo más sexual que las demás, pero siempre, siempre, que parezca que no es a propósito.

 

Una vez conseguido esto, hay que tener un punto de imprevisibilidad, de peligro e incluso de niña caprichosa.

 

Ahora bien, antes de lanzarse a representar este papel hay que sopesar una serie de peligros que afrontan las lolitas en la balanza: La lolita tiene que estar preparada para la hostilidad de las demás mujeres, a las que obviamente no puede engañar con su doble papel; aunque los hombres puedan disculpar su comportamiento, las demás mujeres no. Puede conseguirlo con algunas despistadas si se hace la víctima del deseo de los hombres, explotando la solidaridad femenina, pero a las avispadas no las podrá engañar.

 

Y aunque no hace falta un físico tan potente como el de Marylin para ser una lolita, puesto que la clave es la interpretación ( la ambiguedad calculada de ser a la vez una niña buena y una vampiresa experimentada), un cierto físico si es necesario. Además de que proyectar la imagen de pobre niña inocente más allá de cierta edad es imposible.

 

 

 

 

 

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